Mira mamá: sin GPS!

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El GPS se ha transformado en un instrumento imprescindible para los recién llegados. Ya sea que se compre un dispositivo con este fin, venga incorporado al auto o se descargue el sistema en el celular, es difícil encontrar una persona que se mueva sin él.

Sin embargo, por más útil que pueda ser,  la dependencia del GPS contribuye a consolidar una sensación permanente de extranjería.

Es que acaso no manejábamos antes de la existencia del aparatito? Es que en nuestros países no sabíamos ya cómo ir hacia los lugares rutinarios, por más intrincado que fuera el acceso?

Por otra parte, no todos los sistemas son iguales y algunos pueden no estar actualizados o no considerar variables como la hora del día y el flujo de tránsito.

Con el correr del tiempo iremos viendo que a la hora de entrada y salida de las escuelas es conveniente no transitar algunas vías, sabremos dónde paran los buses escolares (y los evitaremos) y también tendremos, por qué no,  nuestras preferencias.

Weston es nuestra casa ahora y sus alrededores el ámbito donde tenemos que desenvolvernos sin esa molesta voz que nos dice “Ahora, doble a la derecha, doble pronunciadamente a la derecha, doble, si es posible…” Tenemos que poder mirarlo fijamente y espetarle: Vamos a ver si doblo, doblo si tengo ganas!

Incluso, aún utilizando el GPS como un tutor, podemos minimizar su impacto e ir cobrando autonomía. Aquí van algunas ideas:

Antes de salir, podemos consultar en Google Maps el camino y tomar nota. Las autopistas, que al principio nos parecen imposibles, tienen una lógica perfecta y están muy bien señalizadas. Si tenemos claro cuál es nuestra salida y la dirección en que vamos, es muy difícil que erremos.

 En todas las urbanizaciones cerradas que cuentan con guardia podemos solicitar indicaciones. Algunas incluso tienen un sistema que nos las da impresas. Si son direcciones que visitamos con frecuencia, podemos conservar esas impresiones y tenerlas en el auto.

Algunas personas optan por colocar una brújula para ayudar a orientarse y tener claro el sentido en el que van.

Finalmente, si salimos con tiempo, con el tanque de gasolina lleno, algo de dinero en la billetera, el teléfono celular con la batería cargada y sin temor a perdernos, encontraremos lugares interesantes y nuestro propio camino a casa.

Eso si: si de repente encuentra un cartel que dice, por ejemplo, “Bienvenido a Georgia”, prenda el GPS. Usted está perdido

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Sobre Florencia 19 artículos
Uruguaya, 42 años. Llegada a Weston en julio de 2013.

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