Hay tantas recetas de ñoquis como personas que las hagan: algunos le ponen huevo, otros utilizan harina leudante, se hacen de papa, calabaza, ricota, espinaca…la imaginación es el límite.
Los míos son muy sencillos, los clásicos ñoquis de papas. Para comenzar, lo mejor es lavarlas y hervirlas con cáscara para que tomen menos agua y se requiera menos harina para armar la masa. Cuanto más harina le pongamos, más duros van a quedar.
Una vez peladas, se hace el puré, pisando con tenedor, puretera o incluso utilizando la batidora, esto a gusto del cocinero. Se agrega la sal y el aceite y la harina, se amasa hasta formar un bollo consistente y homogéneo. Hay quienes hacen una corona con el puré y agregan en el centro un huevo apenas batido.
Se hacen tiritas, como “chorizos” y se trata de cortar los ñoquis del mismo tamaño. Si no se consigue, unos quedarán duros mientras otros se deshacen en el agua…
En mi casa, se pasaban luego por el tenedor o por un aparatito de plástico diseñado para ello, para darles forma, lo que creo que tiene que ver no solo con la estética sino también con mejorar la cocción. En cualquier caso, también hay quien los prefiere más pequeños y lisos, esto es cuestión de gustos!
Para cocinarlos se ponen en abundante agua hirviendo con sal (yo le pongo también un chorrito de aceite de oliva) en una cacerola grande. No nos olvidemos que la papa ya está cocida, por lo que se requiere apenas un “toque” para cocinar los ñoquis. Cuando suben, ya están listos!
Lo más clásico es acompañarlos con una salsa bolognesa o un tuco y queso parmesano por encima, pero también quedan deliciosos con salsas hechas a base de cremas, cuatro quesos o hasta un simple pesto.
Ingredientes: 1 kilo de papas cocidas – 2 tazas y media de harina – aceite – 1 cucharadita y media de sal
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