Este sábado tuvimos una experiencia diferente: alquilamos un bote en Ecoboatsfl y salimos a navegar con cuatro parejas de amigos, al atardecer. Le hemos pedido a Vache que fuera nuestro capitán para poder disfrutar de la noche completamente. Nuestro plan era muy simple: Cargar una heladera con quesos, uvas y algunas botellas de champagne y navegar al caer la tarde por los canales de Fort Lauderdale. El sol fue tiñendo el paisaje con distintos colores, el agua fluía mansa bajo el casco, una música suave y nuestra charla le ponían sonido a la tardecita. El ritmo del paseo nos permitió disfrutar de detalles que nunca antes habíamos apreciado: 
glorietas cargadas de flores, estatuas y ornamentos con las formas más insólitas, las iguanas recibiendo los últimos rayos de sol, una góndola, hermosas aves desplegando sus alas, la belleza de las construcciones que bordean los canales y que se esconden para quienes recorren la ciudad desde su automóvil. Cuando la tarde se fue, la luz dio paso a un cielo de apenas dos estrellas y la luna puso su reflejo sobre el agua. Volvimos, guiados por las luces del camino, felices de estar juntos, luego de una experiencia inolvidable que les recomiendo. Quedamos, además, gratamente sorprendidos con el precio que resultó muy accesible.
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