Y si hacemos una rica fondue de queso?

Las temperaturas no nos ayudan, pero los que tenemos nostalgia del invierno, no nos resignamos a dejar atrás esos platos calientes y contundentes que tan bien nos acompañan los días fríos.  Es así que una buena idea es bajar el aire acondicionado al mínimo y disfrutar.

El domingo compartimos una fondue de queso con amigos que, como nosotros, llevaban sin comer una desde su mudanza a Weston. El plato, además de delicioso, es variado y hasta entretenido de comer.

Hay una gran variedad de recetas, pero les contamos cómo hicimos ésta:

Contradiciendo la tradición, optamos por un aparato para fondue eléctrico. No tiene la calidez del barro, pero nos asegura una temperatura constante.

Seguimos una receta clásica:

1 libra (435 g) de queso Grúyere rallado.

3/4 libra (340 g) de queso Emmental rallado.

6 cucharaditas de maicena

1 1/2 cucharaditas de mostaza seca

1 diente de ajo cortado por la mitad

2 1/4 tazas (500ml) de vino blanco seco. (no chardonnay)

2 1/2 cucharadas de Kirschwasser

Antes de colapsar, piense que la fondue es un plato que admite nuestra creatividad y todo puede sustituirse. Por ejemplo: agregamos una pizca de nuez moscada; no encontramos queso emmental y utilizamos una  combinación de fontina y queso suizo; tampoco había Krischwasser, pero en Publix encontramos un licor de moras que hizo las veces…

En primer lugar, se mezclan los quesos con la maicena, la mostaza y la nuez moscada. En la fondue eléctrica se deben seguir las instrucciones del fabricante para utilizarla por primera vez. Luego se frota el recipiente con el ajo y se retira. Se agrega el vino hasta que empieza a hervir y luego el queso, lentamente, de a puñados y revolviendo con cuchara de madera hasta que esté totalmente derretida. Luego se agrega el licor y se reduce la temperatura: la fondue debe mantenerse caliente pero nunca hervir.

Para los acompañamientos, el límite es la imaginación. Nosotros utilizamos pan tostado, salchicha, tomates cherry, papines al natural y apio. La revelación del almuerzo fueron las salchichas y lo que menos gustó, el apio.

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