La historia de Liliana

11539624_10155758887525319_5791961432368340587_nLiliana Gómez es acupunturista, vecina de Weston desde hace 13 años, madre, trabajadora, inmigrante, soñadora. Nos recibió en un alto de su consulta para compartir su experiencia, seguramente muy inspiradora para otros que están recién comenzando a transitar el camino que ella ha recorrido. Gracias Liliana por VivirWeston con nosotros!

VW :      Cuándo llegaste a Weston?

Llegué a Weston emigrando  desde Colombia. No tenía papeles y comencé a tramitar el asilo político, porque las circunstancias así lo requerían. Fue un proceso muy rápido y por fortuna puede tener mi permiso de trabajo a los 6 meses de haber llegado.

VW: En qué trabajaste al principio?

Al comienzo trabajé en circunstancias difíciles, en trabajos con cierto riesgo, por la noche, en una estación de gasolina, primero. Luego conseguí trabajo en un “call center”, en servicio al cliente.Pero aún en el comienzo, cuando eran momentos difíciles, siempre lo que me impulsaba era el deseo de salir adelante, de hacer realidad esos sueños que yo traía, de empezar un nuevo camino y estudiar algo relacionado con la actividad médica. Así fue que me capacité como Asistente Médica en una institución que se llama McFatter. Luego trabajé en la Universidad  Nova , un par de años, con médicos osteópatas.

VW : Cómo conseguiste ese primer trabajo en Nova?

Mientras estaba estudiando, la Universidad le pidió a McFatter tres personas para que hicieran sus pasantías, con la oportunidad de recibir un contrato de trabajo al final. Tuve buenas notas y por esas notas  me gane la beca en el último semestre y finalmente obtuve el puesto al terminar la pasantía. Trabajando allí  me di cuenta de las cosas del día a día en la atención médica, de las herramientas que los médicos  tienen para curar y para dar una gran contención a los pacientes,  pero también de ciertas  falencias. La medicina tradicional pierde la concepción integral de la persona, la parte holística que las medicinas alternativas dan como soporte.

VW: Este interés por las medicinas alternativas surgió mientras trabajabas en Nova o era algo que ya traías?

Desde siempre me despertó curiosidad esta área alternativa para trabajarlo en mi misma: hice meditación desde muy jovencita, acudía a acupunturistas para tratar problemas de mi propia salud. Yo ya tenía un conocimiento previo de las medicinas alternativas, la bioenergética, etc.

Trabajando allí, inserta en ese medio médico,  totalmente alopático, pero llena de estas otras inquietudes, me encontré en un punto en el que tenía que tomar una decisión. Al trabajar en Nova, que es una Universidad,  tenía oportunidades y muchos beneficios para poder seguir estudiando allí. Ese era un camino muy interesante, tentador y relativamente sencillo de seguir. Pero por otro lado, estaba esta otra opción, que no era tan fácil, pero era la que me dictaba el corazón.

VW: Y qué decidiste?

Me fui a Sarasota a estudiar Acupuntura. Estuve allí dos años, hasta que tuve un regalo maravilloso: mi hijo, que hoy tiene 6 años. Entonces, decidí volver a Weston y terminar de estudiar en Fort Lauderdale, puesto que aquí tengo parte de mi familia. Como mamá sola con un hijo,  estudiando y trabajando, su apoyo era y es fundamental: ellos lo recogen del colegio o lo cuidan los sábados cuando trabajo. Criar un hijo, mientras se trabaja, en Weston y en cualquier lado, son realmente dos trabajos.

VW: Viviste en Weston hace 13 años,  soltera,  estudiante, te fuiste un par de años, y regresaste como madre y hoy tenés tu propio emprendimiento profesional. En ese tiempo y con esas distintas perspectivas, en qué  crees que ha cambiado la ciudad ?

Ahora hay más negocios, más empresas. El crecimiento ha sido muy bien administrado. Hay más gente pero sigue siendo una ciudad hermosa, llena de parques, que ha crecido pero en orden. Weston tiene muchos detalles que hacen a la calidad de vida, el verde, los lugares de recreación, el orden en el tránsito. Piensa solamente que en Weston estacionas tu carro sin pagar, en todos lados hay estacionamiento. Eso en otros lugares no lo tienes.  Otro aspecto importante es el nivel educativo, generalmente alto,  de la gente que vive aquí. Eso permite tener también una población con mayor conciencia del entorno.  Y está el tema de las escuelas, como es una ciudad muy enfocada a la familia, los colegios son muy buenos.

VW: En tu consulta tratas con mucha gente, con diversos problemas. Todos somos distintos, pero debe haber algún elemento que te llame la atención como común o característico de la gente de aquí. Como ves a las mujeres de Weston?

Todas somos mujeres que estamos  inmigrando. Veo mucha ausencia de familia, el grupo familiar que es un soporte tan grande. A veces noto que hay ausencia de eso, noto un poco de tristeza.

Y eso uno lo ve, a pesar de que las circunstancias aquí son muy buenas si uno se pone a comparar con nuestros países: yo vivo feliz porque tengo una sensación de seguridad que no tenía, porque encuentro oportunidades de esparcimiento para mí y para mi hijo en esta ciudad. No vivo con el estrés que tenía antes, preocupándome si había cerrado la puerta, si me robaban en la calle el celular o el bolso.

VW:  Volverías a vivir en Colombia algún día?

A vivir, la verdad, no creo. Me encanta mi país y cada vez que tengo oportunidad de ir de vacaciones, voy. Trato de pasar el mayor tiempo posible con mi familia y disfrutar de eso, que ahora valoro mucho más.

VW: Hasta aquí te trajeron una serie de decisiones afortunadas, como tu determinación por estudiar, primero Asistencia Médica y luego Acupuntura. Muchas de las personas que nos leen, que recién llegan, pueden sentirse en este momento, agobiadas por  el peso de tener que tomar estas decisiones y que ven sus salidas muy lejanas. Cómo fue tu proceso? Qué les dirías?

Yo sé que se ve como que son demasiadas cosas para hacer. Si uno lo ve tan lejos, nunca empieza. Hay que sacar entusiasmo, perseverancia, a pesar de los contratiempos, los papeles, los tiempos…hay que empezar. Después que uno da el primer paso, cuando menos piensa da el segundo, luego ya está corriendo y cuando menos lo espera, ya está en la meta.

VW: Sentís que llegaste a la meta que te habías propuesto?

En parte sí, pero  todavía me queda mucho por hacer. Me siento con muchas ganas de seguir estudiando, complementando, integrando y ofreciendo más cosas.

La determinación y el deseo de poder servir es lo que lo motiva a uno para caminar ese camino que a veces puede hacerse tan arduo. Yo ya tengo nuevas metas!

1 Trackback / Pingback

  1. Mitos y verdades sobre la acupuntura. – Vivir Weston

Dejar una contestacion

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.