Sin dudas, Charles Scott Neely es un director muy especial. Ayer, durante la ceremonia de graduación, se pudo escuchar varias veces a los estudiantes corear su nombre. Era evidente la emoción de cada uno al estrechar su mano, algunos se tomaban “selfies” y todos recibían de su parte una palabra de aliento, estímulo o felicitación. Aquí les dejamos su mensaje, que ayuda a entender cómo y por qué, un director que tiene que gestionar una institución con 4.500 estudiantes es tan respetado como querido.
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